“Los vinos frutales, producidos a partir de frutas diferentes a las uvas, constituyen una categoría diversificada en la industria del vino. Su popularidad ha crecido debido a la amplia gama de sabores y aromas, que varían según la fruta empleada. La producción de estos vinos incluye el uso de frutas como manzanas, fresas, cerezas, frambuesas y duraznos, entre otras. Estos vinos presentan una alternativa refrescante y distintiva a los vinos tradicionales, captando el interés de consumidores que buscan nuevas experiencias sensoriales.”


Definiciones
Vino: El vino tradicional se elabora a partir de uvas. Las variedades de uva, como Vitis vinifera, son las más comúnmente utilizadas en la producción vinícola. La fermentación del jugo de uva, ya sea de uvas blancas o tintas, da lugar al vino blanco, tinto o rosado.
Vino de frutas: El INEN define al vino de frutas como una “bebida alcohólica a base de frutas frescas y sanas que ha sido sometidas a las mismas prácticas de elaboración que el vino de uva.
Características organolépticas:Los vinos de frutas generalmente tienen un perfil de sabor que refleja la fruta base utilizada. Pueden ser dulces o secos, pero a menudo son más dulces que los vinos tradicionales debido a los azúcares naturales presentes en las frutas. Las notas de sabor pueden incluir una amplia gama de frutas, desde cítricos hasta bayas y frutas de hueso.


Referencias bibliográficas